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  • ¿Qué sigue para la compañía petrolera más grande del mundo a medida que disminuyen las ganancias?

    Saudi Aramco, la compañía petrolera más grande del mundo, ha sido noticia una vez más con sus menores ganancias en el primer trimestre.de $ 31,9 mil millones, lo que representa una disminución del 19,25 % en comparación con el mismo período del año anterior, cuando ganó $ 39,5 mil millones.
    Esta caída en las ganancias se puede atribuir a la evolución del mercado mundial, como la reducción de los precios del petróleo y los recortes de producción. A pesar de esto, las ganancias generales de Aramco siguen siendo asombrosas en comparación con sus pares. En su informe, la empresa saudí reveló que la disminución de las ganancias se debió principalmente a los menores precios del crudo, aunque esto fue parcialmente compensado por menores impuestos y mayores finanzas e ingresos. Los mercados globales han estado experimentando volatilidad últimamente, con una crisis bancaria parcial que afecta a los mercados y el aumento anticipado de la demanda de Asia, especialmente China, que no se materializó. Aramco también se enfrenta a la dura competencia de Rusia, que se está comiendo su cuota de mercado en Asia.
     
    A pesar de la disminución de los ingresos generales en un 10,61 % a 459 800 millones de SAR en el primer trimestre de 2023, en comparación con los 517 000 millones de SAR en el primer trimestre de 2022, el beneficio neto de Aramco aumentó un 3,75 % en comparación con los 30 730 millones de dólares informados en el cuarto trimestre de 2022. Amin Nasser, director ejecutivo de Aramco , atribuyó este éxito a la inquebrantable confiabilidad de la empresa, su enfoque en los costos y su capacidad para responder a las condiciones del mercado. La empresa sigue comprometida con el pago de un dividendo de 19.500 millones de dólares en el segundo trimestre del año, en línea con el trimestre anterior. Además, Aramco planea introducir un mecanismo de dividendos vinculados al rendimiento para brindar a los accionistas una combinación equilibrada de crecimiento y rendimiento. El monto de este dividendo se determinará con los resultados anuales y se distribuirá adicionalmente a los pagos de dividendos existentes.
     
    Además, Aramco ha reiterado su compromiso de aumentar las inversiones en oportunidades de crecimiento únicas, aunque no se proporcionaron detalles. Los analistas predicen que la compañía se centrará en aumentar las inversiones en oportunidades de combinación energética global, particularmente en los campos de hidrógeno verde, amoníaco verde y otros combustibles nuevos. El gigante saudí ya está apuntando a los combustibles bajos en carbono. Actualmente, los gastos de capital y las inversiones externas de Aramco en el primer trimestre de 2023 son de 32 800 millones de SAR y 9 900 millones de SAR, respectivamente, y la empresa tiene como objetivo un gasto de capital de 45 000 millones de dólares a 55 000 millones de dólares para 2023. En las últimas semanas, Aramco ha anunciado una serie de nuevas inversiones, como la adquisición de una participación del 10 % en Rongsheng Petrochemical Company de China por 13 500 millones de SAR, ampliando su presencia downstream en China. Como parte de un acuerdo de venta a largo plazo, Aramco también se comprometió a suministrar 480 millones de bpd de petróleo crudo a la filial de Rongsheng Petrochemical, Zhejiang Petroleum and Chemical Company. Además, Aramco completó la adquisición del negocio de productos globales de Valvoline, valorado en 10.400 millones de SAR.
     
    Durante años, los analistas han estado examinando de cerca las políticas de dividendos de Aramco y anticipando cambios significativos si fuera necesario debido a las finanzas del gobierno saudita. Dado que Aramco sigue siendo la principal fuente de ingresos para el presupuesto y los proyectos de inversión del gobierno saudí, cualquier dividendo adicional sería bienvenido, especialmente porque los precios más bajos del petróleo ya han provocado un déficit en el presupuesto estatal. El informe financiero actual es una bendición para el gobierno saudí, ya que ha aumentado el precio de las acciones de Aramco entre un 3,7 % y un 4 %. Esto es especialmente atractivo si se tiene en cuenta que el gobierno saudí posee directamente una participación del 90 % en el gigante petrolero, mientras que el fondo soberano saudí PIF posee alrededor del 8 %. En general, los precios de las acciones de Saudi Aramco aumentaron un 16 % durante el año pasado, superando a todas las Siete Hermanas (como Shell y BP).
     
    Esta semana, el Ministerio de Finanzas de Arabia Saudita anunció que el país registró un déficit de 2910 millones de riales (770 millones de dólares) en el primer trimestre del año. La principal causa del déficit un aumento sustancial en el gasto público, particularmente en su programa Visión 2030 destinado a la diversificación económica. El informe presupuestario del Ministerio de Hacienda reveló que, a pesar de los mayores ingresos no petroleros que compensaron parcialmente el gasto presupuestario, el gasto total aumentó un 30 %, lo que resultó en un déficit presupuestario. Esta situación podría persistir por un período más largo si los precios del petróleo no aumentan o generan más ingresos petroleros. Los continuos esfuerzos del Reino para diversificar su economía están imponiendo una carga significativa en las finanzas del gobierno, a pesar del aumento sustancial de la inversión extranjera directa (IED).
     
    Los asesores financieros saudíes vigilarán de cerca a Aramco y, digan lo que digan los partidarios de Vision 2030, la principal fuente de ingresos del reino sigue siendo el petróleo y el gas. Los nuevos megaproyectos no solo requerirán acceso a los mercados financieros internacionales, sino que también pueden generar ventas adicionales de acciones de Aramco por parte del reino para recaudar fondos.
    Muchos otros países del CCG también deberán reevaluar su propia situación, ya que la situación de Arabia Saudita sirve como un ejemplo destacado en muchos sentidos para la región.
     
    Por Cyril Widdershoven para Oilprice.com
  • Arabia Saudí no inundará más el mundo en petróleo, aunque tiene capacidad para hacerlo

    "Arabia Saudí permanecerá flexible en sus políticas petrolíferas", asegura Al-Falih"Arabia Saudí permanecerá flexible en sus políticas petrolíferas", asegura Al-FalihREUTERS - Arabia Saudí, el mayor exportador de petróleo del mundo, no aumentará la producción ni volverá a inundar el mercado, según ha explicado el Ministro de Energía del reino, Khalid Al-Falih, poco antes de la reunión de los miembros de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) prevista para el próximo mes. En dicha reunión se discutirán la posibles vías para estabilizar el precio del crudo.
     
    Arabia Saudí no está preocupada por la demanda mundial a pesar de la caída de los precios y de un crecimiento económico más lento, sostiene Al-Falih en una entrevista con el canal de televisión Al-Arabiya. El país es capaz de bombear hasta 12,5 millones de barriles de petróleo al día, según el ministro. 
     
    "El mercado ahora está saturado por el crudo almacenado que están por encima de sus niveles normales y no vemos la necesidad en el futuro de que el reino alcance su capacidad máxima de producción", señaló Al-Falih. La demanda en China es "muy saludable" y el consumo en India es "muy bueno", aseguró. 
    Récord de producción
     
    Arabia Saudí está produciendo a casi niveles récord para intentar mantener su cuota de mercado dentro de un contexto de sobreoferta a nivel mundial. Las palabras de Al-Falih dejan entrever que "Arabia Saudita no está interesada por el momento en echar más leña al fuego con los actuales precios del petróleo en las economías de los países productores", explica Abdulsamad al-Awadhi, un analista que sirvió como representante de la OPEP entre 1980 y 2001. Aunque sí deja claro que cualquier incremento de la demanda será atendido por el país.
    "Guerra de precios"
     
    "No hay una guerra de precios", asegura Al-Falih. Arabia Saudí no se ve amenazada por la competencia y ve "normal" que productores como Rusia traten de maximizar sus ventas en China y los grandes consumidores de materias primas del mundo.
     
    La decisión de la OPEP de organizar una reunión para debatir sobre los precios durante ha incrementado las especulaciones sobre las posibles acciones para revivir el precio del crudo. Venezuela, uno de los miembros del grupo que ha sido golpeado con fuerza por el crudo más barato, ha hecho varias llamadas para poner en marcha una acción colectiva que impulse los precios. 
     
    "Arabia Saudí permanecerá flexible en sus políticas petrolíferas", asegura Al-Falih. "Cumpliremos con la demanda si sube tal como fue el caso de este y el año pasado".
     
    Reuters
  • Arabia Saudita advierte sobre la futura escasez de los suministros de petróleo

    El ministro de Energía saudita señala que Riad no adapta sus planes en función de "un precio específico". Indica también que los precios actuales del hidrocarburo son "bastante cómodos" para su paísEl ministro de Energía saudita señala que Riad no adapta sus planes en función de "un precio específico". Indica también que los precios actuales del hidrocarburo son "bastante cómodos" para su paísKhalid al Falih, el ministro de Energía de Arabia Saudita, ha advertido en una entrevista con el canal televisivo CNBC de las graves consecuencias que podrían desencadenar los bajos precios del petróleo. 
     
    Falih ha indicado que "los precios alrededor y por debajo del nivel actual no están atrayendo suficiente inversión" y ha advertido que, de continuar la dinámica de inversiones que su país ha visto "en los últimos dos o tres años", Riad sufrirá una "escasez de suministro de petróleo en 2020".
     
    Según el titular de Energía, también se debe tener en cuenta el nivel de agotamiento natural de los yacimientos de petróleo en explotación y el hecho de que la demanda anual de petróleo haya aumentado en un promedio de 1,2-1,5 millones de barriles por día. 
     
    Dada la creciente demanda mundial de crudo y el agotamiento natural de los yacimientos, se requerirán grandes inversiones en el sector para satisfacer el apetito de los consumidores. Pero con los precios actuales las inversiones no serán rentables. Así lo considera el ministro del mayor productor de la OPEP.
     
    No obstante, el alto funcionario saudita ha recalcado que los precios actuales por un barril del hidrocarburo son "bastante cómodos para el balance fiscal del país" y que su Gobierno no adapta los planes "en función de un precio específico". "Hemos trabajado en nuestra planificación fiscal para los próximos años tomando en consideración una variedad de escenarios que van desde lo bajo a lo moderado. Si los precios suben por supuesto los aprovecharemos, pero no estamos destacando un escenario específico de precios. Desde la perspectiva del mercado, la táctica saudita gira en torno al mantenimiento del equilibrio de la oferta y la demanda como un objetivo político clave", ha aclarado el ministro agregando que el segundo objetivo de Arabia Saudita consiste en "reducir la volatilidad".
     
    El pasado 10 de diciembre un histórico acuerdo alcanzado entre los países miembros y no miembros de la OPEP estableció una reducción de la producción con el propósito de recuperar un precio justo para el petróleo.
     
    Actualidad -RT
     
  • Arabia Saudita alcanzó nuevo récord de producción de petróleo en noviembre

    El mayor exportador de crudo del mundo produjo 10.72 millones de barriles de petróleo por día en noviembre; Arabia Saudita se comprometió a reducir su producción en un acuerdo con la OPEP para recortar los suministros del grupo

     
    El mayor exportador de crudo del mundo informó a la OPEP que produjo 10.72 millones de barriles de petróleo por día (bpd) en noviembrEl mayor exportador de crudo del mundo informó a la OPEP que produjo 10.72 millones de barriles de petróleo por día (bpd) en noviembrCIUDAD DE MÉXICO, México, dic.12, 2016.-Arabia Saudita produjo volúmenes récord de petróleo en noviembre, en momentos en que se apresta a contribuir a un acuerdo global para reducir los suministros mundiales y en desafío de las expectativas de los mercados sobre un menor bombeo.
     
    El mayor exportador de crudo del mundo informó a la OPEP que produjo 10.72 millones de barriles de petróleo por día (bpd) en noviembre, lo que representa un incremento respecto al volumen de bombeo de 10.625 millones de bpd registrados en octubre.
     
    En julio, la producción de Arabia Saudita alcanzó los 10.67 millones de bpd, con lo que marcó el máximo histórico anterior.
     
    Irak dijo que su producción oficial de noviembre fue de 4.8 millones de bpd, por encima de los 4.776 millones de bpd de octubre, al tiempo que sus exportaciones de crudo tocaron un récord de 4.051 millones de bpd.
     
    Kuwait, que también pertenece a la OPEP, indicó que bombeó 2.9 millones de bpd en noviembre, por debajo de los tres millones de bpd producidos en octubre, mientras que Emiratos Árabes Unidos mantuvo sus niveles de extracción virtualmente estables en 3.195 millones de bpd, de acuerdo a cifras oficiales del bloque de naciones exportadoras.
     
    Arabia Saudita se comprometió a reducir su producción a 10.058 millones de bpd como parte de un acuerdo de la OPEP alcanzado el 30 de noviembre, a fin de recortar los suministros del grupo a 32.5 millones de bpd.
     
    El incremento de noviembre implica que Arabia Saudita, el principal productor de la OPEP, tendrá que redoblar esfuerzos para cumplir con el plan de recorte del bombeo que comenzará a ser implementado en el 2017, su primer acuerdo de reducción de oferta desde el 2008.  
     
     
    LHE
     
  • Arabia Saudita baja el precio del petróleo para Europa y lo sube para EE.UU.

    El precio del barril de petróleo para Estados Unidos ha aumentado 10 centavos y para el Lejano Oriente 35 centavos.
     
    La petrolera estatal de Arabia Saudita, Saudi Aramco, ha reducido el precio del petróleo para Europa pero lo subió para EE.UU., informa 'The Wall Street Journal'.
     
    En un correo electrónico enviado a los compradores, la compañía reportó que había reducido sus precios de crudo ligero en 35 centavos de dólar por barril para el noroeste de Europa, y en 10 centavos por barril para el Mediterráneo en sus entregas para el mes de julio.
     
    Según el medio, por lo general en la segunda mitad del año el precio del petróleo aumenta. Sin embargo, Arabia Saudita tiene que competir con Irán por los mercados petroleros. Después del levantamiento del embargo, Irán reanudó en febrero sus exportaciones de crudo a la UE, cuyas entregas ya han alcanzado los 400.000 barriles por día y podrían aumentar a 700.000 barriles en los próximos meses. 
     
    Mientras tanto, "la competencia por la cuota de mercado ha sido menos intensa en Asia, donde Irán siempre podía vender", publica el rotativo. Este domingo, Arabia Saudita aumentó sus precios del crudo ligero en 35 centavos por barril para el Lejano Oriente y lo incrementó en 10 centavos para EE.UU., donde Irán todavía tiene prohibido vender el crudo.  
     
    actualidad.rt.com
  • Arabia Saudita da señales de que podría elevar su producción de crudo a nuevo récord

    Fuentes de la industria dijeron que el reino, que ya es el mayor exportador mundial de petróleo, empezó a elevar la producción en junio, después de mantenerla estable en la primera mitad del año, para cubrir la creciente demanda interna y los altos requerimientos de exportaciones.
     
    Moscú/Dubai. Arabia Saudita está enviando señales de que podría elevar sus suministros de petróleo a un nuevo récord en agosto, con lo que superaría a Rusia, en momentos en que el reino se prepara para discutir el próximo mes sobre un pacto global para congelar la producción.
     
    Fuentes de la industria dijeron que el reino, que ya es el mayor exportador mundial de petróleo, empezó a elevar la producción en junio, después de mantenerla estable en la primera mitad del año, para cubrir la creciente demanda interna y los altos requerimientos de exportaciones.
     
    La elevada producción podría darle a Riad mayor ventaja en el encuentro de septiembre en Argelia, en el que los productores dentro y fuera de la Organización de Países Exportadores de Petróleo discutirían de nuevo sobre una estrategia para congelar la producción e impulsar los precios, dijeron las fuentes.
     
    En junio, Arabia Saudita produjo 10,55 millones de barriles de petróleo por día (bpd) y elevó la producción a 10,67 millones de bpd en julio, el nivel más alto en la historia.
     
    Ahora las fuentes esperan que el mayor exportador de la OPEP eleve sus suministros de crudo a un nuevo récord este mes en momentos en que la demanda interna y externa luce saludable.
     
    La cantidad de crudo abastecido al mercado en julio fue de 10,75 millones de bpd, por encima del bombeo actual debido a que Riad extrajo los barriles adicionales de sus enormes reservas, reportó la agencia SPA.
    Una fuente externa a la OPEP dijo que los saudíes le están diciendo discretamente al mercado que la producción podría aumentar aún más en agosto a un máximo de entre 10,8 y 10,9 millones de bpd.
     
    La semana pasada, el ministro de Energía saudí, Khalid al-Falih, buscó aclarar por qué el reino elevó el bombeo en julio en medio de un mercado sobreabastecido. En un comunicado, Falih explicó que el alza de debió a un aumento estacional en la demanda interna y al pedido de clientes de mayores volúmenes de crudo a nivel mundial.
     
    La cantidad de crudo abastecido al mercado en julio fue de 10,75 millones de bpd, por encima del bombeo actual debido a que Riad extrajo los barriles adicionales de sus enormes reservas, reportó la agencia SPA.
     
    Un esfuerzo previo por congelar la producción en los niveles de enero para impulsar los precios colapsó en abril después de que Arabia Saudita dijo que quería que todos los productores, incluido Irán, se sumaran a la iniciativa.
     
     
    Reuters
  • Arabia Saudita marca un récord de producción de petróleo pese al exceso de oferta mundial

    La OPEP dice que la producción del reino, que se centró en cuota de mercado sobre precio, llegó en julio a casi 11 millones de barriles.La OPEP dice que la producción del reino, que se centró en cuota de mercado sobre precio, llegó en julio a casi 11 millones de barriles.La producción de petróleo de Arabia Saudita alcanzó un máximo histórico en julio, según datos de la OPEP publicados el miércoles, alimentando el exceso de oferta que deprime los precios del petróleo desde hace dos años.

    Arabia Saudita, el mayor exportador de petróleo del mundo, bombeó en julio 10,67 millones de barriles diarios de crudo, dijo la Organización de Países Exportadores de Petróleo. Aunque la producción saudí alcanza sus máximos a mitad de año, el récord de julio también refleja la estrategia del país árabe de mantener su producción elevada pese a la caída de los precios.
     
    Desde 2014, Arabia Saudita ha resistido la presión de otros países para reducir la producción, apostando a que los bajos precios del petróleo van a obligar a otros exportadores, como EE.UU., a recortar la suya.
     
    La producción saudí en julio aumentó 30.100 barriles por día respecto de un año antes, dijo la OPEP en su informe mensual, citando fuentes secundarias tales como empresas de transporte, analistas y ejecutivos de la industria.
     
    Su anterior récord fue 10,56 millones de barriles por día en junio de 2015.
     
    Arabia Saudita es uno de un puñado de países que quema petróleo crudo para generar electricidad. La demanda por lo general tiene un máximo en los meses más calurosos de julio y agosto, cuando los sauditas encienden sus aparatos de aire acondicionado para enfriar los hogares y las oficinas. La producción de petróleo en general se eleva para satisfacer esa demanda.
     
    Sin embargo, en comparación con el año anterior, la demanda de julio en el reino cayó en 220.000 barriles por día, o un 8%, a 2,76 millones de barriles por día, a causa de la producción de gas natural que Arabia Saudita puso en marcha este año, dijo la OPEP.
     
    El bombeo récord de julio indica cómo Arabia Saudita sigue compitiendo por su participación en el mercado de exportación con sus rivales, incluyendo EE.UU., Rusia y un resurgido Irán, que retomó su producción después del fin de las sanciones de Occidente a principios de este año. El presidente de la OPEP, Mohammed bin Saleh al-Sada, ministro de Energía de Qatar, dijo esta semana que el cartel va a sostener conversaciones el próximo mes y que los miembros a menudo discuten la manera de estabilizar el mercado.
     
    Un acuerdo entre los productores de la OPEP para reducir o poner un techo a la producción podría impulsar los precios del petróleo, que han entrado en una nueva depresión después de recuperarse a principios de este año. Hasta ahora, los grandes productores—especialmente los rivales políticos Arabia Saudita e Irán— no han estado dispuestos a limitar la producción.
     
    Pero esa dinámica podría cambiar ahora que los bajos precios del petróleo están afectando a las economías de los países. Irán, que está acercándose a los niveles de producción anteriores a la sanción de 4 millones de barriles por día, probablemente requerirá un largo período de nuevas inversiones para aumentar aún más la producción. Arabia Saudita también está bombeando cerca de su límite y le gustaría ver precios más altos antes la salida a bolsa de su empresa estatal de petróleo. Ninguna de las partes parece estar dispuesta a ceder para llegar a un acuerdo que congele la producción e impulse los precios. Arabia Saudita ha dicho que consideraría congelar su producción si Irán también lo hace.
     
    “Parece que las estrellas se están alineando para llegar a algún tipo de cooperación entre Irán y Arabia”, dijo Jim Krane, miembro del Baker Institute de la Universidad Rice. “Sus intereses son convergentes”.
     
    Sin embargo, dijo, cualquier tipo de cooperación entre esos dos países será casi seguramente temporal. Aparte de su lucha por el poder en la región, en el largo plazo ambos países parecen comprometidos con aumentar la producción y tratar de mantener o aumentar su cuota de mercado, dijo.
     
    La OPEP, que controla más de un tercio del suministro mundial de petróleo, dijo que su producción de crudo en julio subió 46.000 barriles por día respecto de junio a 33,11 millones de barriles, con la mayor producción proviniendo de Iraq y Arabia Saudita. El cartel tiene 14 miembros después de la adición de Gabón en junio.
     
    La organización elevó su pronóstico de crecimiento de la demanda de petróleo en 2016 a 1,22 millones de barriles por día, alrededor de 30.000 barriles por día más que el mes pasado. La OPEP predijo que en 2017 la demanda de petróleo mundial crecería en 1,15 millones de barriles por día, sin cambios desde el informe de julio.
     
    El suministro de petróleo de países que no son miembros de la OPEP se contraerá en 79.000 barriles por día este año, dijo el cartel, una revisión al alza de 90.000 barriles por día que refleja una producción más alta que lo esperado en el segundo trimestre de EE.UU. y Reino Unido. En 2017, el suministro externo a la OPEP se reducirá en 150.000 barriles por día, dijo la OPEP, después de una revisión a la baja de 40.000 barriles al mes pasado.
     
    La OPEP dijo que esperaba que la demanda de su crudo este año llegue a 31,9 millones de barriles por día. Para 2017, se prevé la demanda de crudo de la OPEP a ser de 33 millones de barriles por día.
     
    -Bill Spindle contribuyó a este artículo.
     
    Por SUMMER SAID
     
     
    WSJournal.com
     
  • Arabia Saudita y su "Visión 2020" para acabar con su dependencia del petróleo.

    Su nombre es sinónimo de petróleo. Durante décadas, Arabia Saudita encabezó las listas de los principales productores y exportadores de crudo. Ahora, anuncia su intención de poner fin a su "adicción" al oro negro para poder sobrevivir sin los ingresos que este produce para el año 2020.
     
    Estableciendo el que sería el fondo soberano más grande del mundo con recursos por US$2 billones, más del doble del mayor fondo estatal de inversiones existente, el que tiene Noruega con US$865.000 millones.
     
     
    Para que su fondo soberano, que actualmente dispone de US$160.000 millones, alcance los US$2 billones, Riad piensa aplicar una medida inédita: privatizar 5% de las acciones de la empresa petrolera estatal Saudi Aramco.
     
    La venta de estas participaciones también establecería nuevos récords pues, según estimaciones del Consejo de Asuntos Económicos y Desarrollo de Arabia Saudita, solo el 1% constituiría la mayor oferta inicial pública de acciones de la historia, superando a las de la cadena comercial china Alibaba, que obtuvo US$25.000 millones, y la de Facebook, que sumó US$16.000 millones.
     
    El resto de las acciones de Aramco, que no se ofrecerían a la venta pública, serían transferidas al fondo soberano que controla el gobierno saudita, según reveló Bloomberg.
     
    Un plan para 15 años
     
    Los anuncios de reforma económica en Arabia Saudita están incluidos en un programa que se llama "Visión 2030" y fueron anunciados por el presidente del Consejo de Asuntos Económicos y Desarrollo, príncipe Mohamed bin Salmán.
     
    "En Arabia Saudita hemos desarrollado una adicción al petróleo", dijo Salmán en una entrevista con la televisora estatal Al Arabiya, poco antes de presentar el programa de reformas en una rueda de prensa con corresponsales extranjeros.
     
    Romper esa dependencia no parece fácil: Arabia Saudita obtiene más de 70% de sus ingresos por la venta de crudo, cuyo precio cayó desde un pico de US$115 por barril en junio de 2014 a poco más de US$40 la semana pasada.
     
    Al mismo tiempo, el déficit fiscal del país se ubicó en 15% del Producto Interior Bruto hasta sumar unos US$98.000 millones.
     
    Pese a ello, Salmán dijo a la prensa que el descenso del precio del crudo no tiene relación con el plan de reformas que, de hecho, fue elaborado con estimado de US$30 por barril.
     
    La economía saudita en números
     
    72% de los ingresos proceden del petróleo.
     
    US$98.000 millones de dólares fue el défict fiscal en 2015.
     
    5% de las acciones de la petrolera estatal Saudi Aramco serán privatizadas.
     
    US$ 2 billones es el monto del que dispondrá en el futuro el fondo soberano de inversiones.
     
    11% es la cifra actual de desempleo.
     
    Con las reformas, Riad aspira a incrementar sus ingresos no petroleros, que en 2015 se ubicaron en US$43.600 millones, hasta US$160.000 millones en 2020 y
    US$267.000 millones en 2030. La ampliación del fondo soberano será clave para ello.
     
    "Técnicamente, esto hará de las inversiones y no del petróleo la fuente de ingresos del gobierno saudita. Así dentro de 20 años seremos un Estado que no dependerá principalmente del crudo", explicó Salmán la semana pasada en una entrevista con la agencia Bloomberg.
     
    Un estudio publicado en diciembre pasado por el Instituto Global McKinsey señaló que Arabia Saudita no puede seguir dependiendo del ingreso petrolero y del gasto público ante los cambios en el mercado de energía internacional y las tendencias demográficas que indican un aumento significativo del número de sauditas en edad de trabajar para el año 2030.
     
    El estudio apuntaba que el aumento de la productividad a través de la reforma económica podría permitir a Riad duplicar su Producto Interior Bruto y crear hasta 6 millones de nuevos empleos para 2030.
     
    "Estimamos que esto requeriría de unos US$4 billones en inversiones", indica el reporte que, a su vez, apunta a ocho sectores con potencial de crecimiento: minería, petroquímica, manufactura, comercio al mayor y al detal; turismo; salud; finanzas y construcción.
     
    Andrew Walker, corresponsal de la BBC para temas económicos, destacó que aunque el país tiene unas amplias reservas internacionales que le permiten no tener que correr a pedir asistencia al Fondo Monetario Internacional, como acaba de hacer Angola, las perspectivas a futuro no son tan positivas.
     
    "En el largo plazo, los esfuerzos internacionales para combatir el cambio climático crean gran incertidumbre sobre la demanda de crudo en el futuro. El petróleo no perderá su preponderancia en el mercado de combustibles para transporte en los próximos años, pero más allá el pronóstico es imprevisible. Por ello, Arabia Saudita necesita hacerse menos dependiente del petróleo como recurso fiscal y como fuente de trabajo e ingresos para sus ciudadanos", dijo.
     
    Cambio social
     
    El plan de reformas de Arabia Saudita para 2030 contempla algunos cambios que puede impactar el funcionamiento de esa sociedad conocida por ser una de las más conservadoras del mundo.
     
    "Visión 2030" prevé que la participación de las mujeres en la fuerza laboral se incremente de 22% a 30%.
     
    Además, contempla un plan para otorgar permisos de residencia y trabajo de larga duración para los expatriados procedentes del mundo árabe musulmán.
     
    Por otro lado, Arabia Saudita es uno de los principales compradores de armamento del mundo. Entre 2010 y 2014, fue el segundo mayor importador de armas, con 5% de las adquisiciones mundiales, según datos del Instituto de Estocolmo de Estudios de la Paz (Sipri, por sus siglas en inglés).
     
    Así, Riad dispone de las fuerzas armadas más poderosas del Golfo, con 233.000 efectivos.
     
    El príncipe Mohamed bin Salmán, quien también es ministro de Defensa, anunció que como parte del plan de reformas, Arabia Saudita buscará desarrollar su propia industria militar.
     
    Un primer paso en esa dirección será atar la concesión de contratos con el extranjero al desarrollo de la industria local.
     
    "A partir de ahora, el ministerio de Defensa así como otras dependencias de seguridad y militares solo harán contratos con proveedores extranjeros si están vinculados con la industria local", dijo Salmán en una entrevista.
     
    "Vamos a reestructurar varios de nuestros contratos militares existentes para atarlos a la industria saudita", agregó.
     
    ¿El fin de la dependencia?
     
    Históricamente, los países exportadores de petróleo se han visto afectados por las fluctuaciones en el mercado internacional que les ha llevado en varias ocasiones durante el último medio siglo a vivir períodos de bonanza y de estrechez.
     
    Han sufrido de problemas de inestabilidad económica y, según algunos expertos, tienen una tendencia a padecer gobiernos autoritarios.
     
    Algunos analistas como Michael L. Ross, profesor de Ciencia Política de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), se han referido a este fenómeno como "la maldición del petróleo".
     
    Arabia Saudita no es el primer país exportador de petróleo que se propone el objetivo de superar la dependencia del petróleo. En América Latina, esa idea ha formado parte de las propuestas de varios gobiernos de Venezuela, incluyendo el del actual presidente Nicolás Maduro.
     
    "Creo que es algo extremadamente difícil de hacer. Es posible en la teoría, pero en la práctica no hay ejemplos de ningún país con tanta riqueza en recursos que haya logrado diversificarse y poner fin a su dependencia de ese recurso", dijo Ross a BBC Mundo.
     
    El experto explicó que parte de las razones para estas dificultades son puramente económicas.
     
    "Mientras Arabia Saudita tenga petróleo, siempre le va a resultar más económico importar bienes que fabricarlos dentro del país. Les va a costar mucho dinero cultivar las mismas frutas o fabricar los mismo chips de computadoras que ellos pueden importar de otros países", dijo.
     
    Advirtió que si los recursos del fondo soberano saudita se invierten en ese país, pueden ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas y contribuir al desarrollo social, pero no a poner fin a la dependencia del petróleo. Este lunes, el FMI expresó su satisfacción la propuesta de reforma saudita.
     
    "No es sólo un esfuerzo de equilibrar las cuentas fiscales durante los próximos cinco años, sino que además busca transformar la economía para hacerla menos dependiente del petróleo. Esos son objetivos bien recibidos y son exactamente el tipo de transformación que necesita una economía como la de Arabia Saudita", dijo Masud Ahmed, director del FMI para Medio Oriente y Asia Central.
     
    Ahmed dijo que el reto será la aplicación de las reformas.
     
    "Aquí el verdadero tema será cómo garantizar que estos objetivos ambiciosos y sensatos puedan convertirse en cambios reales", advirtió.
     
    Queda por ver si Arabia Saudita se convierte en el primer país en superar "la maldición del petróleo".
     
    BBCMundo
  • Así afectan las intrigas de la casa Saud al precio del petróleo

    La monarquía saudita pasa por una crisis de sucesión que genera inestabilidad en su país y pone en vilo las políticas de la Opep.
     
    Mohammed Al Saud, Príncipe coronado de la familia real saudí y Nayef Al Saud, Príncipe coronado de la familia real saudí.   Foto Dinero.comMohammed Al Saud, Príncipe coronado de la familia real saudí y Nayef Al Saud, Príncipe coronado de la familia real saudí. Foto Dinero.comLa prensa del corazón está al tanto de lo que ocurre con los herederos de la reina Isabel de Inglaterra, así como de la casa real española y ni para qué hablar de familias sin linaje pero con mucha exposición, como las Kardashian estadounidenses. Sin embargo, la nueva realidad económica del planeta va a hacer que los medios se concentren cada vez más en una monarquía que tiene en sus manos el precio del petróleo.
     
    Se trata de la Casa de Saud, también conocida como Al Saud, que es la dinastía de la familia real que gobierna a Arabia Saudita desde cuando se creó oficialmente como país en 1932. Seis años después, esta joven nación adquirió independencia económica al descubrir en su territorio enormes depósitos de petróleo, que la convirtieron en la mayor productora del mundo y en el mandamás de la poderosa Opep (gremio de los mayores productores globales de crudo).
     
    Los Al Saud han venido tomando decisiones poco racionales desde el punto de vista económico: primero dijeron que iban a aumentar en 25% la producción de crudo, cuando lo que les han pedido es que la recorten para subir los precios. Luego anunciaron que si otros grandes productores se unen, no recortarán la producción, pero al menos sí la congelarán en sus niveles actuales.
     
    Una explicación para el comportamiento saudí sería inicialmente intentar quebrar a los productores alternativos de petróleo, como los que usan fracking, pero esto no sería sostenible, pues cuando los precios del crudo se recuperen, dichos productores volverían con fuerza al mercado.
     
    “Entonces, ¿por qué un gobierno que por culpa de la caída del petróleo ha tenido que reducir sus reservas internacionales, recortar beneficios sociales, elevar los precios internos de la gasolina y poner en venta algunos de sus activos más valiosos, tomaría una decisión tan irracional como no recortar su producción?”, se pregunta Walter Molano, analista de BPC Securities y su respuesta está en que por lo general las decisiones irracionales son consecuencia de temas emocionales y Arabia Saudita no es la excepción.
     
    Los problemas de este país radican justamente en su familia real, que a diferencia de las monarquías europeas, no maneja una línea de sucesión basada en el concepto de primogenitura; es decir, donde la corona pasa verticalmente al hijo mayor del rey, sino en el concepto de agnación, donde el trono pasa lateralmente de hermano a hermano. Este sistema funciona bien hasta cuando el último hermano expira y la corona pasa a la siguiente generación.
     
    En ese punto se encuentra hoy la Casa Saud, que durante las últimas ocho décadas ha gobernado con los 45 hijos del rey Abdulaziz Ibn Saud, quien tuvo 22 mujeres de distintos clanes, para así consolidar un gobierno hegemónico.
     
    En 2014 murió Abdullah Al Saud, uno de los hijos menores que ejercía como rey, y en enero de 2015 lo reemplazó su medio hermano Salman Al Saud. Se esperaba que a sus 80 años el nuevo monarca continuara con la tradición y designara como su sucesor y príncipe coronado a su sobrino Nayef, de 56 años, quien sería el primero de la tercera generación en llegar al poder, pero lo que hizo el nuevo rey fue nombrar a su hijo de 30 años, Mohammed, también como príncipe coronado.
     
    Esto no solo cambia el sistema de sucesión, pues la idea de Salman es que lo reemplace su hijo y no su sobrino, sino que algunos temen que puede crear una especie de guerra civil debido a la división en la familia real.
     
    ¿Y el crudo?
     
    ¿Y qué tiene que ver el sistema de sucesión con el precio del crudo? La respuesta es que los numerosos miembros de la familia real viven de las rentas petroleras del país y una forma de tenerlos calmados es asegurándoles un ingreso y lo que pierdan con un menor precio del barril, lo compensan con volumen. No en vano, hoy la producción saudita y su participación en el mercado global están en el máximo de dos décadas (ver gráfico).
     
    Informes de WikiLeaks sostienen que las cuotas de manutención de los miembros de la familia real equivalen a más de un millón de barriles diarios, lo que ratifica la idea de que el bienestar económico de la Casa Saud se relaciona directamente con el precio del petróleo.
     
    Es tan álgido el tema petrolero que Mohammed, el hijo del actual rey, anunció en una entrevista con The Economist que estudian vender en bolsa acciones de Saudi Aramco, la petrolera estatal y, por supuesto, la más grande del mundo.
     
    Aunque en la operación no se incluirían las reservas de la firma, –estimadas en cerca de 265.000 millones de barriles, 10 veces más que las de Exxon Mobil, más de 15 % de los depósitos de petróleo a nivel mundial–, Aramco pasaría a ser la empresa con mayor capitalización bursátil del mundo, estimada por Bloomberg en más de US$2,5 billones.
     
    Mientras el precio del petróleo sigue débil, ya en Arabia Saudita se rumora que el rey Salman estaría pensando en abdicar para dejarle el trono a su hijo, lo que no solo alborotaría a la numerosa familia real, sino también al mercado del crudo. Analistas como Molano recomiendan mantener una estrecha vigilancia sobre la sucesión de esta monarquía. Y su estimación es que una vez se vea el humo blanco, se dará paso a la esperada decisión de recortar la producción de petróleo
     
    Fuente: Dinero.com
  • El complejo pulso que rige el precio del crudo

    Intereses de EE. UU. y Arabia Saudí ocasionaron un exceso en la oferta del crudo.Intereses de EE. UU. y Arabia Saudí ocasionaron un exceso en la oferta del crudo.Un buen número de analistas económicos coinciden en la respuesta a la pregunta de por qué el precio del petróleo se ha venido a pique durante los dos últimos años: el mercado está inundado de ‘oro negro’ porque el mundo ha producido más petróleo del que necesita y esta realidad ha hundido las cotizaciones.
     
    En otras palabras, se trata de otro capítulo del desbalance en la relación entre la oferta y la demanda, un desequilibrio que ha conducido a que un barril de crudo valga hoy alrededor de un 65 por ciento menos de lo que valía a mediados del 2014.
     
    Este desbalance o ‘inundación’ tiene entre sus causas fundamentales el aumento del 2 por ciento en la oferta global que tuvo lugar en el segundo semestre del 2014, cuando Arabia Saudí decidió incrementar su producción diaria en más de un millón de barriles.
     
    Se trató de una apuesta fuerte por no perder su rol protagónico en el mercado y que además de generar sismos en determinados sectores de la economía global, puede incluso tener efectos reales en el medioambiente. Como sugiere Paul Spedding, antiguo copresidente del Global de Estudios sobre el Petróleo y el Gas de HSBC y actual asesor de la consultora británica Carbon Tracker: con precios tan bajos como los de los últimos meses, se hace más difícil que los países inviertan en el desarrollo de energías limpias tentados por la posibilidad de cuidar sus finanzas.
     
    El origen de la actual coyuntura se encuentra en el 2013, cuando Estados Unidos comenzó a acariciar la autosuficiencia petrolera con la producción de crudo de esquisto (oil shale), gracias al uso del ‘fracking’, y rompió la barrera de los diez millones de barriles producidos cada día.
     
    El hecho significó un ritmo de extracción 30 por ciento superior al que tenía tres años atrás y un considerable aumento en su peso dentro del mercado global. La reacción saudí fue sorpresiva, pues cuando en octubre del 2014 el barril se situaba cercano a los 90 dólares, lo predecible era que Riad disminuyera un poco su producción para mantener sus altísimos márgenes de utilidad.
     
    No obstante, los saudíes fueron a la ofensiva, conscientes de que ninguna otra potencia petrolera podía siquiera acercarse a sus costos de producción por barril, que de acuerdo con la consultora Rystad Energy son de 9,90 dólares por barril.
     
    Al tener en cuenta que dichos costos para Estados Unidos (‘fracking’ incluido) rondan los 36 dólares –en Colombia alrededor de 35, en Brasil 48 y en Venezuela 23,50, por citar algunos ejemplos–, resulta evidente que fue una maniobra calculada de Arabia Saudí para enviarle un recordatorio al mundo de que en materia petrolera ellos determinan el ritmo. De hecho, los saudíes han sabido resistir los intentos que países como Venezuela e Irán han impulsado dentro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep) para llegar a un acuerdo que límite la producción.
     
    Jugando a ser el más fuerte, Arabia Saudí optó por acercar a la inviabilidad de producción a las naciones que producen petróleo a alto costo, sabiendo además que tiene una ventaja competitiva: un yacimiento explotado mediante ‘fracking’ produce entre cuatro y cinco años en promedio, mientras que en Oriente Próximo con el método de perforación tradicional, un pozo puede arrojar petróleo por décadas. A esto se suma la liviandad del crudo, que además de hallarse en puntos de buen acceso logístico, requiere de una menor inversión en la infraestructura para su transporte y en aditivos. Todo esto sumado al hecho de tener a cinco de los 20 pozos más grandes del mundo y ser la segunda nación con mayores reservas de crudo.
     
    En este pulso los grandes perjudicados han sido las economías emergentes como Colombia (ver nota anexa), para las que la venta de su producción supone un enorme pilar de ingreso además de una alta inversión para su producción.
     
    La estrategia saudí fue además un golpe de mesa en Oriente Próximo, en especial enfocado en Irán, la nación con la que rivaliza económica y religiosamente (Arabia es suní e Irán es chií) y que no dista mucho de sus costos de producción petrolera. Ante la cercanía del levantamiento de las sanciones otrora impuestas por Occidente, Teherán –que produce unos 3,5 millones de barriles al día– podía tener entre sus cálculos una aceleración en la producción de petróleo para sus naturales intenciones de crecimiento, posteriores a la negociación de su programa nuclear con las potencias occidentales. Riad, al parecer, no está dispuesta a permitirlo.
     
    De acuerdo con el analista británico Thomas Pugh, de la firma Capital Economics, “el único factor que en ese sentido podría traducirse en un aumento de los precios sería que Irán se comprometiera a no aumentar la producción.
     
    Los factores políticos son importantes en el mercado del petróleo, pero creo que ahora los factores económicos están dominando”.
     
    Del rumbo del mercado del crudo se han desprendido también diversos análisis políticos. Más allá de la tensión Riad–Teherán, la limitada reacción de Estados Unidos, cuyas compañías petroleras mantuvieron su nivel productivo –que solo ahora comienzan a reducir–, fue vista bajo el lente de sus intereses geoestratégicos: la caída en los precios ha afectado duramente a Rusia, tercer productor mundial con alrededor de 10,5 millones de barriles al día. Amparado por un precio cercano a los 100 dólares por barril, Moscú anexionó en el 2014 la península de Crimea a su territorio y jugó un rol fundamental en la crisis de Ucrania, donde considerables regiones prorrusas del este se identificaron bajo el ideal separatista.
     
    Otros puntos de vista apuntaron también a que un petróleo a bajo precio disminuía seriamente los ingresos del Estado Islámico, que considerado una de las mayores amenazas a la seguridad de Estados Unidos y sus socios europeos, dejaba de recibir enormes cantidades de dólares, producto de la comercialización en el mercado negro del crudo extraído de las zonas de Libia, Siria e Irak que controla.
     
    De otro lado, los efectos políticos de la estrategia saudí ha encontrado un considerable polo estructurado por el grupo de países afectados y con peso petrolero, que no lucen dispuestos a dar el brazo a torcer frente a la caída de precios.
     
    Este bloque, fundamentalmente conformado por Irán, Rusia y Venezuela, ha evaluado la opción de reducir conjuntamente la producción para provocar un alza que reactive sus ingresos. Julio César Vera, vicepresidente de combustibles de Gulf, asegura que para materializar su intención “esos países tendrán que demostrar que no solamente son capaces de unirse, sino que realmente se vuelvan efectivas sus medidas, las hagan sostenibles en el mediano plazo, por lo menos, y que no entren en la tentación de que cuando el precio comience a reaccionar, hagan la trampa de subir sus niveles de producción”.
     
    ¿Hacia dónde va el mercado ahora? A juzgar por las últimas semanas, podría hablarse de una leve tendencia al alza, en especial desde la segunda semana de febrero. Vera considera que “el mercado está reconociendo que a precios por debajo de los 30 dólares no hay viabilidad para la producción petrolera mundial y el mercado ha comenzado a subir lentamente, buscando llegar al precio de equilibrio, que podría establecerse entre los 40 y los 50 dólares hacia final de este año”.
     
    De acuerdo con Pugh y Capital Economics, la producción de petróleo ya evidenció una baja de 150.000 barriles diarios en enero, que a finales del 2016 podría llegar a 700.000.
     
    “Los precios –dice el analista– deberían hacerse más fuertes en la segunda mitad del año cuando los cortes de suministro se vuelvan más evidentes”.
     
    Así mismo, Vera apunta que en materia política y económica, justamente a finales de este año, las cartas ya estarán jugadas. “No creo que Arabia Saudita, por más poder económico que tenga y por más caja, pueda seguir, artificialmente, controlando la oferta y llevando a los precios a niveles tan bajos que de pronto le quiten viabilidad al desarrollo de futuros proyectos”. Las preocupaciones para las economías altamente influidas por el crudo continúan, sin embargo los últimos indicios, por ahora, dejan ver el horizonte un poco más claro.
     
    ¿Por qué Colombia padece cuando el crudo cuesta poco?
     
    En el país, la industria petrolera representa algo más del 8 por ciento del Producto Interno Bruto, casi el 90 por ciento de las exportaciones tradicionales, al rededor del 40 por ciento del mercado de divisas y un 30 por ciento de la inversión extranjera directa.
     
    En este contexto es de esperar que una disminución en los precios internacionales ocasione una caída en los ingresos nacionales e incluso en ciertos casos llegue a afectar la viabilidad de la producción.
     
    De hecho, esta semana la Agencia Nacional de Hidrocarburos autorizó la suspensión temporal del campo Akacías del Bloque CPO–9, en el Meta, pues su producción no llega a ser rentable en el contexto actual. Además existe un gaje extra que se deriva de la pesadez del crudo nacional, cuyas referencias (Castilla y Vasconia) se vendieron el año pasado entre 8 y 10 dólares por debajo de la Brent, por cuenta de la necesaria aplicación de un diluyente para su uso.
     
    De acuerdo con Juan Carlos Echeverry, presidente de Ecopetrol (la firma que aporta el 70 por ciento de la producción nacional), la compañía está en capacidad de mantener su flujo de caja sin dar utilidades con un rango de precio del barril entre los 20 y los 30 dólares.
     
    DIEGO ALARCÓN - elTiempo.com
     
  • Jefe de Aramco: El mercado del crudo se equilibrará en 2016

    DUBAI (EFE Dow Jones)—Los mercados petroleros probablemente se equilibren en algún momento del año próximo debido a que la producción de América del Norte, incluida la producción no convencional de Estados Unidos, sigue descendiendo considerablemente, dijo el lunes el presidente de la petrolera estatal Saudi Arabian Oil Co., o Saudi Aramco, Jalid al-Falih.
     
    “Creemos que el mercado se equilibrará en algún momento de 2016. Creemos que la demanda acabará superando la oferta (...) Los precios acabarán reaccionando”, dijo al-Falih durante una rueda de prensa en Riad.
     
    Arabia Saudita, el mayor exportador de petróleo del mundo, tiene la capacidad de esperar a que este equilibrio se produzca, dijo el responsable del gigante petrolero. “Tenemos la capacidad de financiar”, indicó.
     
    Los comentarios de Falih se produjeron después de que los precios mundiales del crudo descendieron la semana pasada hasta niveles no registrados desde 2004 en medio de un creciente exceso de oferta.
     
    Pero pese al descenso de los precios, el reino seguirá invirtiendo en el sector de hidrocarburos.
     
    “Seguiremos invirtiendo. Invertiremos en gas. Invertiremos en refinación, petroquímicos” en la producción de crudo de valor añadido, dijo Falih. “Duplicaremos nuestra producción de gas en los próximos 15 años más o menos”, agregó.
     
    Arabia Saudita dio a conocer el lunes planes para reducir sus gastos y elevó considerablemente el precio de los combustibles en el país con el fin de hacer frente a una nueva era de bajos precios del crudo.
     
    Después de años invirtiendo su enorme riqueza procedente del petróleo en impulsar su economía local y de subvencionar la energía y otros servicios a sus 30 millones de ciudadanos, la fuerte caída de los precios del crudo ha obligado al reino a reevaluar estos planes.
     
    Sin embargo, el reino no tiene previsto volver a aumentar los precios de los combustibles pronto, dijo Falih.
     
    Las autoridades sauditas dijeron el lunes que el Gobierno incurrió en un déficit histórico de casi 367.000 millones de riales (US$98.000 millones) este año, o 15% del Producto Interno Bruto, debido a los bajos precios del crudo, lo que obligó a recortar la inversión prevista para 2016 en 14% ante la expectativa de que los ingresos procedentes de las ventas de crudo seguirán bajo presión.
     
    Falih explicó que el Gobierno no basó su presupuesto para 2016 en solo un precio del crudo, sino en un conjunto de distintos escenarios de precios.
     
    “Arabia Saudita es más fuerte financieramente que cualquier otro país productor de crudo y tenemos la flexibilidad de hacer frente a distintos escenarios”, agregó.
     
     
    Fuente: WSJournal.com
  • La apertura de Aramco busca financiar la transformación de Arabia Saudita

    La petrolera estatal saudita busca expandir sus operaciones petroquímicas para convertirse en una energética integrada como Exxon Mobil
     
    GELEEN, Holanda—Saudi Arabian Oil Co. ha sido desde hace varias décadas el mayor productor mundial de crudo. Ahora, sin embargo, quiere ser mucho más que eso, como muestra un nuevo complejo petroquímico.
     
    Entre las plantaciones de maíz aquí en Holanda hay una maraña de tubos, tanques y catalizadores que la empresa utiliza en su planta Arlanxeo para transformar el petróleo en caucho sintético para productos que van desde mangueras para motores de autos hasta corchos plásticos para vinos.
     
    Aramco, como se conoce a la petrolera estatal saudita, se enfocaba hasta hace poco en bombear grandes cantidades de petróleo y, como lo hacían las compañías de Standard Oil, de John D. Rockefeller, procesarlo en sus refinerías. Ahora, busca expandir sus operaciones petroquímicas para convertirse en una energética integrada como Exxon Mobil Corp., entre otras.
     
    A miles de kilómetros, cerca de la ciudad saudita de Al Jubail, un ejército de trabajadores está finalizando el complejo petroquímico de US$20.000 millones llamado Sadara, una empresa conjunta de Aramco con Dow Chemical Co. Sadara usará etano refinado por Aramco para producir un petroquímico llamado butadieno que enviará a instalaciones alrededor del mundo.
     
    Aramco, una de las compañías más poderosas y herméticas del mundo, está en medio de una transformación sin precedentes en momentos en que el derrumbe del precio del petróleo ha socavado sus ingresos y la incertidumbre nubla el futuro de la demanda de combustibles fósiles.
     
    Su transformación está entrelazada con un plan a largo plazo del príncipe heredero sustituto para diversificar la economía de Araba Saudita. Al posicionar a Aramco para que genere más empleos en el país e ingresos más allá del crudo, la empresa apunta a proveer el financiamiento necesario para hacer realidad la visión del príncipe.
     
    La meta estratégica de Aramco es crear una red global de plantas refinadoras y petroquímicas que permitan a Arabia Saudita convertir su principal activo en cientos de productos de mayor valor cruciales para la vida moderna, desde goma de mascar a autopartes.
     
    Para extraer capital del crudo aún bajo tierra, Aramco planea otra ambiciosa maniobra: una salida a bolsa en 2018 que podría ser la mayor de la historia. La empresa afirma tener 261.600 millones de barriles de petróleo por extraer, aproximadamente 20 veces el inventario de Exxon Mobil.
     

    “Las capacidades de Aramco serán desatadas por completo”, dijo Khalid al-Falih,ministro de Petróleo y presidente de la junta de Aramco, en una rueda de prensa este año. “La compañía podrá hacerse global en múltiples maneras”.

    Aramco no quiso contestar preguntas detalladas. En septiembre, su presidente ejecutivo, Amin Nasser,indicó que la empresa estaba interesada en ampliar la industria petroquímica ya que la región del Golfo Pérsico obtenía apenas 2,5% de los ingresos de ese sector y tenía menos de 1% de sus empleos.

    Las medidas de Aramco la posicionan para un futuro en el que la demanda de crudo llegue a su cénit y poseer reservas ya no sea tan atractivo. Incluso si la adopción de vehículos eléctricos y combustibles alternativos se dispara, la demanda de petroquímicos probablemente se mantendrá sólida. Al desarrollar más plantas químicas propias, Aramco podría atraer trabajos e ingresos al reino.

    La reinvención de Aramco como una empresa de capital abierto enfocada en producir gasolina, diésel y químicos especiales podría significar que el país tenga que abandonar su papel tradicional como el líder de facto de la Organización de Países Exportadores de Petróleo, ya que los accionistas desaprobarían el uso de capacidad de producción ociosa para tratar de controlar los precios, según consultores.

    Además, no queda claro cuántos cambios ocurrirán realmente en Aramco o en la economía saudita. El gobierno depende del petróleo para generar gran parte de sus ingresos y desde hace décadas ha manifestado la necesidad de diversificar la economía, pero no ha habido cambios materiales.

    La estrategia de poseer directamente más plantas petroquímicas ha sido adoptada por grandes empresas como Exxon Mobil y Royal Dutch ShellPLC. “Aramco es la potencia en el área del petróleo. Quieren ser más grandes en química”, dice Matthias Zachert,presidente de la junta de LanxessAG, empresa conjunta alemana de Aramco. “Pero uno no crea una compañía química líder de la noche a la mañana”.

    Varios asesores involucrados en la salida a bolsa dicen que la transformación será tan compleja que podría prolongarse más allá de 2018. La participación de 5% que prevé colocar Aramco, que ha sido valorada entre US$2 billones y US$3 billones, es tan grande que para hallar suficientes inversionistas podría tener que cotizar acciones en varias bolsas y hacer frente a múltiples regulaciones de divulgación financiera, algo particularmente difícil debido a sus profundos lazos con el reino.

    El rey Salman bin Abdulaziz ya sacudió la élite gobernante de Arabia Saudita al darle más poder a su hijo, el príncipe heredero sustituto Mohammed Bin Salman. El príncipe, de 31 años, sigue adelante con un plan que delineó la consultora McKinsey & Co. para poner fin a la dependencia del petróleo. En mayo, propuso la salida a bolsa de Aramco y la transferencia de los ingresos de la operación a un fondo soberano que invertirá en otros sectores.

    El príncipe trabaja con Falih y un círculo estrecho de asesores para trazar el futuro de Aramco y la economía saudita, según fuentes. La petrolera no quiso poner a disposición a ningún ejecutivo para entrevistas. Un vocero del príncipe se negó a hacer comentarios.

    Aramco posee, directamente o a través de empresas conjuntas, plantas capaces de procesar 5,4 millones de barriles diarios de petróleo en mercados que son sus mayores clientes: Estados Unidos, Corea del Sur, Japón y China, además de Arabia Saudita.

    Aramco tiene sus raíces en Texaco y Standard Oil of California, que formaron una sociedad que halló enormes depósitos de crudo en la península arábiga. A principios de los años 70, el reino compró una participación en Aramco y para los años 80 adquirió el total.

    En 1991, Aramco comenzó a mirar al extranjero al comprar una participación en una refinería surcoreana, a la que suministraría petróleo durante dos décadas, términos que repetiría en otros acuerdos. A lo largo de los años, compró y construyó más refinerías.

    No obstante, Aramco seguía enfocada casi por completo en la producción de crudo. Los primeros indicios de una nueva estrategia surgieron en 2011, cuando se asoció con Dow Chemical para crear Sadara, uno de los mayores complejos petroquímicos del mundo.

    Falih, entonces presidente ejecutivo de Aramco, afirmó que la empresa se convertiría “en la compañía energética integrada líder a nivel mundial para el año 2020”.

    Las ventas de petróleo de Arabia Saudita enfrentaron nuevas presiones a partir de 2012 conforme Nigeria y Angola, desplazadas del mercado estadounidense por el abundante crudo de esquisto, empezaron a competir con Aramco en Asia. La demanda se estancaba y los países buscaban limitar el uso de combustibles fósiles.

    Poco después de que los precios del petróleo empezaran a caer en 2014, Zachert, de Lanxess, sugirió un acuerdo a Aramco por el que la petrolera pagaría US$1.200 millones por la mitad de la empresa química alemana y crearía Arlanxeo. La sociedad tiene su sede en un parque industrial en Holanda llamado Chemelot. Tres ejecutivos de Aramco se trasladaron a Holanda para ayudar a dirigir una empresa con 20 fábricas en América Latina, América del Norte, Europa y Asia.

    El objetivo es atraer a fabricantes que utilicen la producción química de Sadara al tiempo que se benefician de la infraestructura. Eso completaría un círculo, permitiendo a Aramco usar su cadena de extracción, refinación y procesamiento de petróleo para abastecer al sector manufacturero con sede en Arabia Saudita, uno de los ocho grupos a los que apunta el plan de diversificación económica para expandir la economía.

    Natascha Divacy Elena Cherneycontribuyeron a este artículo.Por Russell Gold, Bill Spindle y Summer Said

    WSJournal.com

     

     

     

  • Las decepcionantes ganancias de Saudi Aramco son el menor de sus problemas

    Puede parecer contrario a la intuición caracterizar los ingresos netos de 119 540 millones de SAR (31 880 millones de dólares estadounidenses) del primer trimestre de Saudi Aramco como malos, pero, en el contexto de lo que es la empresa, lo son. No es tanto la caída del 19 por ciento en los ingresos netos lo que preocupará a los expertos observadores del mercado petrolero. Parte de eso puede explicarse por la caída de los precios del petróleo durante el trimestre. Más bien preocupante es que el resultado provino de la compañía insignia de petróleo y gas del tercer productor de petróleo crudo más grande del mundo con un casi monopolio en sus campos petroleros. Estos campos tienen un 'costo de extracción' promedio (el precio de extraer un barril de petróleo del suelo, sin incluir los gastos de capital) de US$1-2 por barril. Este es el más bajo del mundo, junto con los campos petroleros de Irán e Irak. 
    Estas preguntas fueron razones clave por las que ninguna bolsa de valores occidental importante permitiría que Saudi Aramco cotizara en ellas. Esto fue a pesar de que una cotización de tan alto perfil era uno de los puntos de venta clave del príncipe heredero Mohammed bin Salman (MbS) para los saudíes de alto nivel cuando les presentó por primera vez la idea de una parte flotante de Saudi Aramco. A mediados de la década de 2010, el entonces Príncipe Heredero Adjunto MbS vio la oferta pública inicial (IPO) de Saudi Aramco como una parte central de su estrategia para usurpar el puesto de Príncipe Heredero de Muhammed bin Nayef. En teoría, la idea tenía varios factores positivos que beneficiarían a MbS. Primero, podría recaudar una gran cantidad de dinero, parte del cual podría usarse para compensar el efecto económicamente desastroso en Arabia Saudita de la guerra de precios del petróleo de 2014-2016, como se analiza en mi nuevo libro sobre el nuevo orden mundial del mercado petrolero  .. En segundo lugar, podría impulsar la reputación de Arabia Saudita y la amplitud y profundidad de sus mercados de capital. Y tercero, el dinero proveniente directamente de la venta y del aumento del capital de los mercados de capitales saudíes podría usarse como parte del 'Programa Nacional de Transformación' 2020, que a su vez forma parte del plan de desarrollo 'Visión 2030' de Arabia Saudita. Esto buscó diversificar la economía del Reino lejos de su dependencia de las exportaciones de petróleo y gas. Después de unos meses de discusiones adicionales, MbS aseguró a los altos funcionarios saudíes que podía garantizar la salida a bolsa del 5 por ciento de la empresa, que creía que recaudaría al menos 100.000 millones de dólares en fondos muy necesarios para Arabia Saudita. También haría que la oferta pública inicial de Saudi Aramco fuera la más grande de la historia. Esto, a su vez, colocaría una valoración de toda la empresa de al menos 2 billones de dólares. Además, dijo MbS.
     
    Sin embargo, mirar a Saudi Aramco con más profundidad, incluso en el gigantesco prospecto previo a la salida a bolsa, planteó más preguntas que respuestas para los inversores occidentales. Para empezar, las cifras de producción de petróleo crudo que Arabia Saudita había presentado durante mucho tiempo como un hecho no eran tal cosa. Lejos de poder producir 10, 11 o 12 o más millones de barriles por día (bpd), Arabia Saudita luchó por producir algo más de 9 millones de bpd. Para ser exactos: desde el 1 de enero de 1973 hasta el lunes 15 de mayo de 2023, la producción promedio de petróleo crudo de Arabia Saudita fue de 8,252 millones de bpd. Esto significaba que la igualmente cacareada capacidad excedente del país de alrededor de 2 millones de bpd tampoco era cierta, ya que se basaba en una capacidad de producción de petróleo crudo de referencia falsa.
     
    Además, preocupantes entonces y ahora son las afirmaciones igualmente fantásticas de Arabia Saudita sobre sus reservas de petróleo. Específicamente, a principios de 1989, el país reclamaba reservas probadas de petróleo de 170 mil millones de barriles. Solo un año después, y sin el descubrimiento de nuevos yacimientos petrolíferos importantes, reclamó reservas probadas de petróleo de 257.000 millones de barriles, un aumento del 51,2 por ciento. Poco después, las reservas probadas de petróleo de Arabia Saudita volvieron a aumentar milagrosamente, esta vez a poco más de 266 000 millones de barriles, nuevamente sin que se descubrieran nuevos yacimientos petrolíferos importantes. Las reservas probadas de petróleo aumentaron una vez más en 2017, a 268.500 millones de barriles, nuevamente sin que se descubrieran nuevos hallazgos importantes de petróleo. Al mismo tiempo que se anunciaban estos incrementos, el país extraía en promedio 8.162 millones de bpd. Por lo tanto, desde 1990 (año en el que las reservas probadas de petróleo de Arabia Saudita aumentaron de 170 000 millones de barriles a 257 000 millones de barriles), hasta 2017 (año en el que Arabia Saudita afirmó tener reservas probadas de petróleo de 268 500 millones de barriles), Arabia Saudita se había retirado físicamente del tierra para siempre un promedio de poco más de 2.979 millones de barriles de petróleo crudo cada año. La cantidad total de crudo extraído de forma permanente desde principios de 1990 hasta principios de 2017 fue, entonces, de 80.430 millones de barriles. En resumen, de 1990 a 2017, el número oficial de reservas de petróleo crudo de Arabia Saudita había aumentado 98,500 millones de barriles, a pesar de que no hubo nuevos hallazgos de petróleo y se extrajeron físicamente 80,43 barriles para siempre. 5 mil millones de barriles), Arabia Saudita había extraído físicamente del suelo para siempre un promedio de poco más de 2.979 mil millones de barriles de petróleo crudo cada año. La cantidad total de crudo extraído de forma permanente desde principios de 1990 hasta principios de 2017 fue, entonces, de 80.430 millones de barriles. En resumen, de 1990 a 2017, el número oficial de reservas de petróleo crudo de Arabia Saudita había aumentado 98,500 millones de barriles, a pesar de que no hubo nuevos hallazgos de petróleo y se extrajeron físicamente 80,43 barriles para siempre. 5 mil millones de barriles), Arabia Saudita había extraído físicamente del suelo para siempre un promedio de poco más de 2.979 mil millones de barriles de petróleo crudo cada año. La cantidad total de crudo extraído de forma permanente desde principios de 1990 hasta principios de 2017 fue, entonces, de 80.430 millones de barriles. En resumen, de 1990 a 2017, el número oficial de reservas de petróleo crudo de Arabia Saudita había aumentado 98,500 millones de barriles, a pesar de que no hubo nuevos hallazgos de petróleo y se extrajeron físicamente 80,43 barriles para siempre. 
     
    Los inversionistas occidentales también estaban profundamente preocupados de que Saudi Aramco estuviera siendo utilizada como fuente de ingresos para una variedad de otros proyectos no relacionados con los hidrocarburos ideados por los principales saudíes, MbS y sus asesores. Hubo financiación para múltiples proyectos socioeconómicos, incluida la creación de la Universidad de Ciencia y Tecnología Rey Abdullah. También hubo preocupaciones soberanas más amplias sobre Arabia Saudita que se reflejaron en un contexto de riesgo negativo para la salida a bolsa de Saudi Aramco. De manera crucial en este contexto, el 28 de septiembre de 2017, el Congreso de EE. UU. anuló el veto del expresidente Barack Obama a la Ley de Justicia contra los Patrocinadores del Terrorismo, lo que hizo posible que las familias de las víctimas demandaran al gobierno de Arabia Saudita. A las pocas semanas de esto, hubo siete juicios importantes en tribunales federales alegando el apoyo y la financiación del gobierno saudita para el ataque terrorista del 11 de septiembre en los EE. En 2010, varios medios de comunicación publicaron documentos que destacaban tales vínculos potenciales entre Arabia Saudita y varias organizaciones terroristas. Uno de ellos fue un memorando clasificado filtrado de la entonces secretaria de Estado de EE. UU., Hilary Clinton, en el que advertía que los donantes en Arabia Saudita eran: “La fuente más importante de financiación para los grupos terroristas sunitas en todo el mundo”. varios medios de comunicación habían publicado documentos que destacaban tales vínculos potenciales entre Arabia Saudita y varias organizaciones terroristas. Uno de ellos fue un memorando clasificado filtrado de la entonces secretaria de Estado de EE. UU., Hilary Clinton, en el que advertía que los donantes en Arabia Saudita eran: “La fuente más importante de financiación para los grupos terroristas sunitas en todo el mundo”. varios medios de comunicación habían publicado documentos que destacaban tales vínculos potenciales entre Arabia Saudita y varias organizaciones terroristas. Uno de ellos fue un memorando clasificado filtrado de la entonces secretaria de Estado de EE. UU., Hilary Clinton, en el que advertía que los donantes en Arabia Saudita eran: “La fuente más importante de financiación para los grupos terroristas sunitas en todo el mundo”. 
     
    Dados estos y muchos otros factores negativos, MbS no pudo atraer ningún interés significativo de los inversionistas occidentales en la oferta pública inicial de Saudi Aramco, por lo que se preparó el escenario para una serie de eventos que definen en parte el nuevo orden mundial del mercado petrolero, como se analiza en mi nuevo libro  sobre ese tema. Uno de ellos fue una oferta para salvar las apariencias de MbS de China que nunca ha olvidado y que ha apuntalado la deriva de Arabia Saudita hacia China desde entonces. Otro fue la aceleración del alejamiento de Arabia Saudita de los EE. UU. y hacia Rusia, que se había ido acelerando desde el final de la Segunda Guerra de Precios del Petróleo en 2016. Aún más específicamente para Saudi Aramco, significó que MbS tenía que ofrecer incentivos masivos a los inversores. para comprar cualquiera de la oferta pública inicial. Uno de ellos fue una garantía del gobierno saudí de que, pasara lo que pasara, pagaría un dividendo de 75.000 millones de dólares en 2020, dividido en partes iguales en pagos de 18.750 millones de dólares cada trimestre. Lo que empeora ahora es que, junto con los resultados del primer trimestre de 2023, el director ejecutivo de Saudi Aramco, Amin Nasser, dijo que la compañía está buscando introducir dividendos adicionales vinculados al rendimiento.
     
    Sin embargo, puede ser que contar esos números en última instancia equivalga a tratar de calcular cuántos ángeles pueden bailar en la cabeza de un alfiler. Dado el creciente antagonismo entre los EE. UU. y Arabia Saudita que también define en parte el nuevo orden mundial del mercado petrolero, como analizo en mi nuevo libro sobre el tema, la posibilidad de la introducción final de la 'Ley de Cárteles de No Producción y Exportación de Petróleo' (NOPEC ) podría ser el final de Saudi Aramco en su forma actual. NOPEC abriría el camino para que los gobiernos soberanos sean demandados por precios depredadores y cualquier incumplimiento de las leyes antimonopolio de EE. UU. La OPEP es un cartel de facto, Arabia Saudita es su líder de facto y Saudi Aramco es la compañía petrolera clave de Arabia Saudita. La promulgación de NOPEC significaría que el comercio de todos los productos de Saudi Aramco, incluido el petróleo, estaría sujeto a la legislación antimonopolio, es decir, la prohibición de ventas en dólares estadounidenses. Además, podría significar la eventual división de Aramco en compañías constituyentes más pequeñas que no son capaces de influir en el precio del petróleo.
     
    Por Simon Watkins para Oilprice.com
  • Las ganancias del primer trimestre de Saudi Aramco caen un 19% año tras año

    El gigante petrolero saudí Aramco informó el martes un ingreso neto del primer trimestre de $ 31,9 mil millones, un 19% menos que el primer trimestre de 2022, ya que las preocupaciones macroeconómicas arrastraron los precios del petróleo a la baja entre enero y marzo de 2023.
    Aramco aún superó la estimación mediana de los analistas de $ 30.8 mil millones en ganancias netas compiladas por Refinitiv.
     
    El precio promedio realizado del petróleo crudo de la compañía cayó a $ 81.0 por barril en el primer trimestre de 2023, por debajo de $ 97.7 por barril en el mismo período de 2022.
     
    Los gastos de capital aumentaron a $ 8,746 mil millones desde $ 7,583 mil millones, impulsados ​​​​por un mayor gasto en aumentar la capacidad máxima de producción sostenible de Arabia Saudita a 13 millones de barriles por día (bpd) y el desarrollo de proyectos de gas natural, dijo Aramco.
     
    Aparte del dividendo regular de $19.500 millones para el primer trimestre que se pagará en el segundo trimestre, la empresa petrolera más grande del mundo tanto por producción como por capitalización de mercado anunció su intención de introducir un mecanismo de dividendos vinculados al desempeño además del dividendo base que distribuye actualmente.
     
    “La Compañía tiene la intención de apuntar a que dichos dividendos vinculados al rendimiento sean del 50-70% del flujo de caja libre anual del Grupo, neto del dividendo base y otras cantidades, incluidas las inversiones externas, que se determinarán con los resultados anuales”. dijo Aramco.
     
    “También estamos avanzando con nuestra expansión de capacidad, y nuestra perspectiva a largo plazo permanece sin cambios, ya que creemos que el petróleo y el gas seguirán siendo componentes críticos de la combinación energética mundial en el futuro previsible”, comentó el presidente y director ejecutivo Amin Nasser, reiterando la opinión de Aramco. que el petróleo y el gas tendrán demanda durante las próximas décadas.
    Saudi Aramco registró una ganancia neta récord de 161.100 millones de dólares para 2022, frente a los 110.000 millones de dólares del año anterior, ya que capitalizó el aumento de los precios del petróleo el año pasado.
     
    A pesar de la caída de los precios del petróleo y el gas entre enero y marzo de este año, todas las grandes petroleras, incluidas las supergrandes estadounidenses ExxonMobil y Chevron, informaron ganancias del primer trimestre que superaron las estimaciones de los analistas, gracias a una mayor producción  , sólidos resultados comerciales y una refinación aún relativamente alta. márgenes.   
     
    Por Tsvetana Paraskova para Oilprice.com
  • Se mueven los mercados bursátiles por la venta de Aramco

    Las bolsas de Nueva York y Londres se pelean por ser la sede de la operación más grande prevista en el mercado de valores: la OPI de la petrolera Aramco.
     
     
    La anunciada venta de 5% de Aramco, la mayor petrolera de Arabia Saudita y del mundo, se ha convertido en una verdadera trama de intrigas, poder y mucho, mucho dinero. No solo se trata de la mayor salida a bolsa de una compañía: se estima que esta operación tendrá un valor de US$100.000 millones, superando cuatro veces la de Alibaba, que en 2014 obtuvo un récord de US$25.000 millones. También es una de las jugadas estratégicas más complejas, por la cantidad de intereses políticos, militares y económicos que implican para Occidente.
     
    Mohammed bin Salman (MbS) es considerado el verdadero poder detrás del trono.Mohammed bin Salman (MbS) es considerado el verdadero poder detrás del trono.Aunque esta decisión está contemplada en el ‘Plan Visión 2030’ que presentó en abril de 2016 el gobierno de Arabia Saudita, con la meta de reducir su dependencia de los ingresos petroleros, apostarles a otros sectores –como nuevas tecnologías, minería y turismo–, y mejorar sus finanzas públicas –su déficit fiscal llegó el año pasado a 12 puntos del PIB–, recientes hechos han puesto de nuevo en la palestra mundial esta Oferta Pública Inicial.
     
    El componente de intrigas y poder revivió el 21 de junio pasado, cuando se anunciaron cambios en la sucesión de la dinastía Al Saud, la familia real. Ese día, el rey Salman bin Abdel Azziz al Saud, de 81 años, designó como heredero a su hijo favorito, el príncipe Mohammed bin Salman, de 31 años, quien se desempeñaba como ministro de Defensa y de Economía y fue el promotor del Plan Visión 2030.
     
    Este remezón implicó sacar de la sucesión al poder a su primo Mohamed bin Nayef, quien hasta el momento fungía como heredero. En el reino de ‘los 7.000 príncipes’, estos cambios pueden generar algunos resquemores, aseguran analistas del Financial Times, no obstante que Mohamed bin Nayef juró lealtad al nuevo heredero tras ser designado nuevo Ministro de Interior.
     
     
    Mohammed bin Salman (MbS) es considerado el verdadero poder detrás del trono y su confirmación parecía inminente, pues desde hace varios años venía adoptando una política agresiva que lo ha hecho notar. El diario Expansión señala que, como ministro de defensa, MbS promovió en 2015 el ataque saudí contra los rebeldes Houthi en Yemen, y hace solo unas semanas impulsó el congelamiento de las relaciones con Catar, dos decisiones que le han sido muy cuestionadas por los escasos resultados que han generado frente a las múltiples fricciones ocasionadas.
     
    Desde su posición como Ministro de Economía, también tomó decisiones muy criticadas. Hace siete meses lideró el recorte en la producción petrolera, aprobado en la Opep, para darle un empujón al crudo en los mercados mundiales, que terminó por fortalecer a los productores de shale gas. Hoy impulsa la salida a bolsa de 5% de las acciones de Aramco, la mayor productora mundial de crudo, –con una capacidad para producir 12,5 millones de barriles diarios– también cuestionada.
     
    El gobierno saudí espera recibir con esta operación unos US$100.000 millones que serán invertidos en otros sectores para diversificar la economía saudita. Pero la valoración ha sido puesta en duda, pues en la revista The Economist aseguran que con los costos de producción y la rentabilidad, Aramco no vale más de US$1,1 billones, cuando los cálculos de MbS apuntan a US$2 billones.
     
    La salida a bolsa de Aramco, prevista para el segundo semestre de 2018, ha generado tal revuelo que incluso la primera ministra Theresa May y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, han promovido a sus bolsas de Londres y Nueva York para ser sede de la venta.
     
    Más allá de la nueva danza de millones que generará esta OPI, los analistas temen que el príncipe heredero caiga en la tentación de mezclar la geopolítica y los negocios, cuando la economía pasa por un momento de fragilidad. Una tentación peligrosa.
     
    DINERO.COM
  • Un tercio de las petroleras de EEUU quebrará, pero Arabia Saudí acabará perdiendo la guerra del crudo

    Con el crudo tocando nuevos mínimos de los últimos doce años, y sólo ligeramente por encima de los 30 dólares, los grandes bancos alertan que el barril tocará los 20 dólares. Desde Goldman Sachs, Citigroup a Morgan Stanley, que describe la actual crisis como "peor que la de 1986" avisaron a sus clientes sobre la que se viene encima. Una situación que ya se deja notar entre las pequeñas y medianas petroleras a este lado del Atlántico, gran parte de ellas especializadas en la fracturación hidráulica y el crudo de esquisto.
     
     
    Según adelantaba The Wall Street Journal, alrededor de 30 pequeñas empresas petroleras con deudas de más de 13.000 millones de dólares podrían haberse acogido ya a la protección de la ley de bancarrota. Una situación provocada por el exceso de oferta en el mercado, en parte motivada por el boom del crudo de esquisto y el pulso de productores como Arabia Saudí, empeñados en mantener los niveles de producción pese a la baja demanda.
     
    Precisamente, Harold Hamm, el fundador de Continental Resources y uno de los gurús de la fracturación hidráulica, aseguró en la CNBC que "nos encontramos en un contexto voraz". "Arabia Saudí intenta hundirnos pero no lo han conseguido, es un error monumental para ellos, un error de un billón de dólares", añadió.
     
    En este sentido, Hamm, cuya fortuna asciende hasta los 6.300 millones de dólares y sólo en lo que llevamos de año ha perdido 569 millones de dólares, advirtió de que el gobierno saudí "tendrá que vender la mitad de su negocio", en referencia a la posible salida a bolsa de Aramco, "para poder continuar con los niveles actuales de producción". "Ellos tienen que sostener un país, nosotros sólo empresas, podemos reducir la inversión y dejar de gastar dinero y ya está", matizó.
     
    El fundador de Continental Resources espera que el precio del crudo se duplique hasta los 50 y 60 dólares el barril durante los próximos 12 meses. Además, opina que lo que se está diciendo sobre la posible oleada de quiebras e impagos de pequeñas petroleras es exagerado.
     
    Aún así, desde Oppenheimer consideran que la mitad de los productores de esquisto en EEUU podrían quebrar antes de que el petróleo se recupere completamente. El punto de equilibrio para estas compañías suele estar en 60 dólares por barril, un nivel que todavía tardará en alcanzarse.
     
    Jose Luis de Haro

    Eleconomista.es